La canción trata de un joven de un ámbito rural que es abandonado por su familia al declararles que es gay. Se trató de un sonoro éxito que llegó al puesto número 3 en el Reino Unido. El single se acompañó de un video musical memorable en el que el propio cantante, Jimmy Somerville, trataba ansiosamente de hacer amigos en una piscina, cuando es atacado por una banda de homófobos, a resultas de la intervención de la policía éste es conducido a casa y su propia familia le echa. (El oficial de policía es interpretado por Colin Bell, en ese momento director de Marketing de London Records).