1915 -- 2012 Durante una carrera que duró más de setenta años, esta escultora, pintora y grabadora creó unas obras que representan el genio, la lucha y el espiritu indomable de los negros. Nieta de esclavos liberados, Catlett nació en Washington y estudió en Dunbar High School y en la Universidad de Howard donde estudió diseño, grabado y dibujo. Recibió un premio de graduación en la Universidad de Iowa por su graduación en escultura. Despues de diplomarse pasó unos años dando clases en Nueva Orleans y en Harlem. En Nueva York se casó con el artista Charles White. Cuando estaba enseñando en Harlem recibió una beca para estudiar en New Mexico. Se divorció de White e hizo de México su nuevo hogar. Se unió el internacionalmente conocido Taller de Gráfica Popular, taller fundado en 1937 por un grupo de grabadores que se dedicaban a utilizar su arte para promover un cambio social. En este taller conoció al artista mejicano Francisco Mora con quien se casó en 1947. Se mantuvieron como miembros del Taller hasta 1966. Durante sus dos primeros años en Méjico, Catlett consiguió fama internacional con su serie "Mujer negra". Quince grabados que rinden homenaje a las mujeres negras y su luchas para resistir las duras realidades del racismo, la segregación y la pobreza. Tambien creó imagenes y retratos de revolucionarios de latino america y de gente común. Bajo el rostro de abuela que vemos en las fotos tomadas en sus últimos años latía el corazón de una mujer guerrera. Fue una feminista antes de que ese término se conociese, una incansable defensora de los derechos humanos y de causas progresistas. Era miembro del partido comunista y su implicación con la politica de izquierdas y las luchas laborales en Méjico durante el apogeo de la era McCarthy la convirtió en objetivo de vigilancia por los Estados Unidos, etiquetada como "communista front organization" a cuyos miembros se le prohibía la entrada en Norteamerica. Por ser miembro de Taller de Gráfica Popular fue declarada "extranjera indeseable" por el Departamento de Estado de los EE.UU. y se le prohibio la entrada durante diez años. Estas tácticas de intimidación no le impidieron seguir con su trabajo y en 1962 se hizo ciudadana Mejicana. Méjico le ofreció la oportunidad de seguir desarrollandose como artista y educadora. Se convirtió en la primera mujer profesora de escultura y presidenta del departamento de escultura de la Universidad Nacional Autónoma de Méjico, donde dio clases hasta que se retiró en 1975. Continuó trabajando hasta bien pasados los noventa años. Se han hecho exposiciones de su obra en todo el mundo y se la considera como una de las más importantes artistas afroamericanas del siglo XX