Toda su vida Adam ha vivido con Atrofia del nervio óptico (ONA), una enfermedad hereditaria, la ONA deja a Adam mirando al mundo como si tuviera gafas cubiertas con vaselina.
Durante el tratamiento de células madre de Adam en China su esposa lo encontró mirándola más y más fijamente durante la cena. El se dio cuenta que estaba viéndola más claramente de lo que lo siempre lo había hecho antes.