El estudio de diseño y animación Ink Apache, con sede en Madrid, y el artista plástico Ilias Selfati residente en Paris, han unido imaginación, creatividad y mucho sentido del humor negro, para ofrecer a los espectadores parisinos un esperpéntico viaje por un laboratorio imaginario de manipulación genética. Utilizando como base e inspiración las obras ecuestres del artista, pertenecientes a su colección “Lost Forest”, Selfati y los perversos artistas de Ink Apache han producido una pieza de animación atípica e inquietante: Génesis 2.0". “Diseño creativo de seres vivos”, podría rezar en la entrada de esta factoría de criaturas experimentales. Máquinas de coser, taladros, tijeras, tornillos… herramientas metafóricas de la transformación al servicio de la industria genética, de la desenfrenada carrera de la ciencia, de la extrema e irresponsable ambición humana… todo ello ha convertido al hombre en un creativo y depravado "doctor Moreau" que transforma a su antojo su entorno, inconsciente ¿o no? de las terribles consecuencias de la alteración de las especies. Dolly es ya un juego de niños! Los planes de futuro son mucho más complejos, más sofisticados, malignos e inquietantes... "El primer cliente de nuestro siniestro laboratorio es el caballo, símbolo de fuerza, raza y nobleza" comenta el artista Selfati. Pero tras pasar por la planta de transformación genética, ¿seguirá siendo un caballo? "Nuestros clientes pasan hasta por chapa y pintura e incluso se prestan a una coreografía morbosa y sincronizada para comprobar las extrañas nuevas cualidades implementadas" señala uno de los expertos genéticos de Ink Apache. ¿Cuántos errores ha de cometer el hombre antes de dar con la fórmula del ser perfecto? ¿Hasta dónde podría llegar el hombre si tuviera la oportunidad de crear a su antojo cualquier ser de su alrededor? ¿Cuál es el límite de la ciencia y de la ambición humana? ¿Cómo puede ser el mundo en un futuro no tan lejano? Con esta pieza audiovisual, los autores pretenden conducir al espectador a la obra de Selfati, nunca estática, siempre provocadora e insinuante e invitar a la reflexión. Pero que nadie se lleve a engaño, aquí no hay moralina final! Que cada cuál interprete el cuento como le venga en gana. El caballo ha sido el primer elegido, pero el trabajo del laboratorio no ha hecho más que empezar. ¡Que tiemblen todos los bichos vivientes del universo! Empezando por el hombre.