A unos meses de haber dejado la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani fue nombrado titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (ZEE). En este contexto, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció la creación de la primera ZEE en México, lo cual podría convertirse en el camino para incentivar el crecimiento, sin embargo, es requisito indispensable contar con los incentivos correspondientes, caso contrario, como lo señala la revista Forbes, podría convertirse en un despilfarro de recursos y en un costoso fracaso, particularmente si dichas ZEE pretenden desarrollarse por decreto y más aún si no se cambia la cultura organizacional de las mimas, pues si bien las Reformas Estructurales como la educativa son perfectibles y es necesario que los diferentes agentes económicos, incluidos los docentes, se tomen el tiempo para diseñarlas previa unificación de criterios y establecimiento de objetivos comunes en beneficio de la sociedad en su conjunto, es una realidad que no puede ni debe estar a discusión la mejora del nivel educativo, mucho menos el cumplimiento del Estado de Derecho, pues por más impopular que parezca, la IP y el público inversionista en su conjunto podrán estar dispuestos a asumir el riesgo mercado correspondiente a la puesta en marcha de una determinada unidad de negocio, sin embargo, es poco probable que estén dispuestos a asumir el riesgo moral derivado de la falta de cumplimiento del Estado de Derecho, entendido como bloqueo de carretas, secuestro de autotransporte y robo de mercancías, entre otros aspectos negativos que lamentablemente caracterizan a las ZEE. En este contexto, es oportuno considerar los aspectos que permitieron a las ZEE en China alcanzar el éxito, siendo estos los bajos impuestos a las empresas, la flexibilidad de las leyes laborales y facilidades para exportar e importar. Destacando, como bien refiere Luis Pazos en artículo publicado en El Financiero, que sin impuestos competitivos no funcionarán las ZEE –como ocurrió en China-, en donde, de acuerdo con los especialistas en la materia de la ONU, las ZEE se convirtieron en el motor que transformó a China de un país con pobreza y atraso, en la economía que sacó más rápido a millones de chinos de la extrema pobreza e incrementó los salarios reales gracias al libre comercio con bajos impuestos, libertad de contratación, facilidades para la importación, exportación y respeto a la propiedad privada. Así las cosas y de acuerdo con Rogelio Garza Garza, Subsecretario de Industria y Comercio, en la etapa básica para detonar a las ZEE solo participará el Gobierno Federal para desarrollar la infraestructura, propiciando que la IP se involucre en las etapas posteriores, lo cual ha sido interpretado por diversos especialistas en la materia como Manuel Díaz, quien es experto en relaciones gubernamentales estratégicas como “La inversión pública es una forma interesante de desarrollar al país, porque una vez que los proyectos se amortizan se le quedan a la nación. Lamentablemente las experiencias recientes han sido ineficientes cuando se basan en capital público. La preocupación es que los mecanismos de supervisión no sean capaces de combatir la corrupción”. Poniendo de manifiesto la importancia de pasar de un modelo institucional extractivo que propicia la corrupción y favorece las prácticas monopólicas a un modelo institucional inclusivo que propicie la transparencia y favorezca la sana competencia, tema también abordado en la 2da Edición de “El Manejo de Capitales en el Siglo XXI” cuyo Autor es José Luis Lecona Roldán, MBA y Money Manager de FX Global Management, LLC.