Cagliari sorprende al visitante por su perfecta conjunción de historia, arte y naturaleza. El barrio Castello, fundado por los pisanos en el siglo XIII y delimitado por cuatro bellas torres militares, encierra tesoros arquitectónicos de gran valor, como la Catedral de Santa María o el Bastión Saint Remy. Cagliari tiene mucho que ofrecer a los mantes de la naturaleza y del mar: la playa de Poetto, una de las playas en la ciudad más bellas del Mediterráneo, además de los maravillosos paisajes naturales que, desde las concocidas playas de Chia, se extienden hasta Capo Spartivento, uno de los tramos más bellos de la costa sarda.