De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF), “México no está en crisis. Al contrario, es la economía emergente mejor posicionada en el mundo; y este año podría crecer 2.7 por ciento, con lo que contribuirá al 85 por ciento del crecimiento de toda América Latina”. No obstante lo anterior, el IMEF advirtió que el país continuará enfrentando episodios de volatilidad que seguirán castigando al peso, cuya depreciación, no refleja una crisis que no hay, sino simple y sencillamente que el sistema de libre flotación del tipo de cambio es un instrumento eficaz para absorber choques externos. Destacando que uno de los más grandes riesgos que podría enfrentar México en 2016 es el traspaso de la depreciación del peso a la inflación, la cual podría cerrar el año en 3.39 por ciento, nivel que se encontraría dentro del rango de la meta del Banco de México.