Dios no quiere que vivas preocupado, pero no puedes llegar a ser verdaderamente libre de las preocupaciones hasta que te des cuenta de cuánto realmente Dios te ama. Hoy, en La voz de victoria del creyente, Kenneth Copeland nos da buenas noticias y consejos de ánimo. (Publicado originalmente el 3 de Febrero de 2013)