Cada 13 de agosto se conmemora el magnicidio de Jaime Garzón, periodista y humorista asesinado en 1999. En 2010, en el marco de esta conmemoración en el Congreso de la República de Colombia, Hollman Morris, director del programa de TV Contravía, se dirigió a los asistentes criticando la forma en que se conmemora la memoria de Jaime Garzón, e insistiendo en que el mejor homenaje para Jaime es exigir justicia. Morris hace un recuento de cómo el DAS desvío las investigaciones sobre el homicidio. También narra cómo, presuntamente, Jose Miguel Narváez, subdirector y asesor del DAS, creaba y difundía propaganda negra sobre la figura de Garzón, tanto en círculos de industriales, como altos círculos militares, y secretamente frente a la cúpula da las AUC; Narváez ha sido acusado por varios ex-jefes paramilitares como asesor ideológico de las AUC. Hollman Morris cree que el asesinato de Jaime Garzón es parte integral del proyecto paramilitar que se gestaba en los 90; si Jaime Garzón hubiera estado vivo en los últimos ocho años, se habría convertido en la figura más molesta para el poder unanimista que reinó en Colombia, donde con escasas excepciones, el periodismo se dedicó a replicar la versión oficial, y a tolerar la campaña de desprestigio emprendida desde el Palacio de Nariño contra todo el que pensara diferente.