Solemos pensar que el estrés es malo, "pero sin él no estaríamos vivos", comenta la neurocientífica canadiense Sonia Lupien, fundadora del Centre for Studies on Human Stress en el Douglas Hospital de Montreal, Canadá. Surgió como un mecanismo para sobrevivir en si tuaciones extremas y hoy, con un entorno muy distinto al de nuestros antepasados, sigue siendo muy importante.