Demmin, año 2030. Quedan una guardería y una escuela, pero apenas hay jóvenes de entre 20 y 30 años. Sin embargo, existen cinco asilos para ancianos. Casi todos los jóvenes se marcharon en las últimas dos décadas. El éxodo del campo a la ciudad es solo uno de los problemas a los que se enfrenta Alemania. También el descenso de la población plantea un nuevo reto para la economía germana.