Será uno de los temas más difíciles durante las negociaciones para formar gobierno en Alemania: los Verdes y los socialdemócratas exigieron durante la campaña electoral un salario mínimo de 8,50 euros por hora. Los conservadores, sin embargo, prefieren un límite mínimo salarial específico para cada sector y rechazan de forma tajante un salario mínimo interprofesional.