La cascada artificial más grande del mundo en Seúl o las fuentes de las grullas en Singapur tienen algo en común. Ambas funcionan gracias a la técnica de Oase Living Water, una empresa asentada en la localidad de Hörstel en Renania del Norte-Westfalia. Oase Living Water es líder mundial en bombas y dispositivos para jardines acuáticos.