La violencia continúa en Malí. Sólo la semana pasada murieron 35 personas en luchas entre militares y tuaregs. Desde enero de 2013, Francia apoya a los militares en su lucha contra los separatistas. Pero la situación continúa siendo muy difícil y la economía se ve cada vez más afectada. El sector turístico, uno de los que más ingresos aportaba al país africano, sufre un grave declive.